CAPÍTULO 6 VISIÓN DEL FUTURO
Lo siento mucho mucho mucho, no saben cuanto lo siento. Estas últimas semanas han sido un maldito infierno. La escuela me mantiene prisionera. Tareas, trabajos y exámenes. Créanme que he tenido una semana pesada, entre que la maestra de Bacteriología ya me pidió 10 resúmenes para la siguiente semana y el maestro de bioquímica anuló un examen en el que había sacado 97 sólo porque algunos compañeros idiotas se les ocurrió copiar, no he tenido tiempo de nada.
Total, pude acabar este capítulo entre tiempo extra. Así que se los dejo.
Total, pude acabar este capítulo entre tiempo extra. Así que se los dejo.
CAPÍTULO
6 VISIÓN DEL FUTURO
Fenrir
— ¡AMAROK! —grité antes
de siquiera llegar a la habitación de éste. El pánico que había invadido mi
pecho, reverberaba cada vez que oía sollozar a mi hermano. — ¡AMAROK! —volví a
gritar
— ¡¿Pero qué demonios
te sucede?! —gruñó Amarok ni bien había salido de su habitación. Tras de él
caminaba Nox algo contrariado con un Aurum tremendamente rojo por el llanto. —Aurum
estaba dormido—masculló con voz rígida intentando todo lo posible mantener un
tono de voz bajo por Aurum, quien lloraba desconsoladamente sobre el pecho de
Nox.
—Nahiara… es Nahiara— le dije al tiempo que le tendía el espejo de
comunicación, que permanecía firmemente asido a mi mano.
—¿A qué te refieres? —preguntó
todavía alterado, pero dejando traslucir su confusión. Amarok tomó el espejo y
observó por algunos instantes el reflejo que éste le proporcionaba. —El espejo
está oscuro—dijo perplejo.
—Es Nahiara, lo han
secuestrado—le dije apresuradamente. —Necesitamos ayudarlo.
—Espera un momento ¿Qué
fue lo que dijiste? —Nox preguntó después de unos segundos de silencio. —Dijiste
que Nahiara había sido secuestrado, pero eso es…
—Si no me creen,
pregúntenle ustedes mismos—señalé el espejo que ahora estaba entre las manos de
Amarok. La mirada incrédula de mi hermano y Nox se posó momentáneamente sobre
el espejo. Ninguno dijo nada, como si temieran que mis palabras fueran ciertas.
—Nahiara ¿te encuentras
ahí? —preguntó Amarok titubeante, decidiendo hacer caso a mi sugerencia.
—Amarok—la débil voz de
Nahiara sonó a través de aquel espejo. —To-do lo que dijo Fenrir es verdad—confirmó
Nahiara. Mi hermano se oía tan asustado, pese a que se podía percibir que
intentaba por todos los medios guardar la calma ante Amarok.
—¿Te encuentras bien? —la
tez de por sí pálida de Amarok, ahora estaba traslúcida a causa de la
preocupación. Todo su cuerpo se había puesto tenso al momento en que Nahiara
confirmó mis palabras.
—...No—de la palidez
mortal que Amarok exponía, pasó en cuestión de segundos a un rojo intenso
provocado por la ira.
—¡Quién fue! —exigió
Amarok mirándome a mí en busca de respuestas. Pero Nahiara fue el que contestó
aquella pregunta.
—Los betas de la manada
y…—Nahiara se detuvo ante el último nombre, casi podía escuchar una nota de
pesar en su voz.
—Anwar—completé
sabiendo que para Nahiara era difícil pronunciar aquel nombre.
—¡Hijo de…!—Amarok contuvo
sus palabras, mi hermano no quería alterar a Aurum, quien pese a la tensión que
el ambiente mostraba, parecía estar empezando a tranquilizarse. —Iré a hablar
con Marcus, quiero suponer que ya sabes dónde está—gruñó esto último
dirigiéndose a mí.
—Lo sé, está en aquella
casa que mi padre solía visitar con frecuencia, la que está al linde de los
terrenos de la manada.
—Nox, por favor,
quédate aquí. Cuida de Aurum—susurró Amarok con voz tan cargada de amor y
preocupación. Al parecer, mi hermano había tomado la decisión de ayudar.
—Lo haré, sólo trae de
regreso a Nahiara vivo—Nox parecía tan contrariado, podía advertirse en sus
ojos el deseo que tenía por acompañar a mi hermano.
—Lo prometo—susurró
antes de dirigirse nuevamente a Nahiara. —Nar, necesito que mantengas la calma
todo lo que sea posible. Iremos a rescatarte y le daremos una paliza a
esos…idiotas.
La imagen que daba
Amarok intentando mantener las palabras malsonantes fuera de su vocabulario, en
otras circunstancias hubiera sido graciosa si no fuera porque Nahiara en este
momento se encontraba en peligro.
—Yo…lo siento Amarok,
de-debí haberte escuchado, A-anw
—Shhhh, hablaremos de
eso cuando te encuentres en el castillo—murmuró Amarok. —Por el momento
céntrate en seguir vivo ¿está bien?
—…está bien—contestó
Nahiara con dificultad. ¡Maldita sea! ¡¿Qué le habían hecho esos cabrones?!
—Tenemos que ir por
Marcus, Nahiara, así que…
—¡No! No me puedes
dejar…no me pueden dejar solo. Por favor—Amarok maldijo por lo bajo. Podía
verse en sus ojos que odiaba con toda su alma escuchar a Nahiara así, tan
asustado y susceptible.
—No lo haré Nar, pero
puede que haya momentos en los que no podamos hablarte ¿Estás bien con eso? —Amarok
me miró con ira y preocupación contenida. Teníamos que movernos lo más
rápidamente posible para recuperar a Nahiara.
—Sí, sólo no me dejes—pequeños
y casi imperceptibles sollozos salían de los labios de Nahiara.
—Si quieren, puedo
quedarme con Nahiara mientras ustedes hablan con Marcus y reúnen a las tropas. —
sugirió Nox sabiendo que pronto nos veríamos totalmente inmersos en reunir a
los hombres para salir a la batalla.
—¿Qué te parece eso
Nar? —preguntó mi hermano, impregnando de todo el cariño que era posible su
voz.
—Me…me parece bien—exclamó
entrecortadamente por el llanto.
—Volveremos lo más
rápido que podamos por él—le dije a Nox quien sólo asintió mientras tomaba el
espejo con su mano libre. —Cualquier cosa, avísanos de inmediato.
—Lo mismo le pido a
ustedes—susurró con ojos anegados en lágrimas. —Tienen que traerlo de
vuelta….por favor, no pueden dejarlo ahí.
—Nahiara estará aquí
dentro de poco tiempo—respondí con decisión. —Haré lo que sea para rescatarlo.
—Pero ¿Y si eso incluye
hacerse con la manada?
—Entonces regiré la
manada, todo por Nahiara. —lanzando una última mirada llena de determinación a
Nox, me di la vuelta y me alejé del lugar acompañado de Amarok.
Pronto, muy pronto, ese
trío de impostores pagaría muy caro. Aun si eso significaba hacerme con el
cargo de Alfa.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
******************************
Oscuridad
total danzaba y bailaba través de mis ojos, las sombras se movían y viraban por
aquel pequeño panorama. Suaves risas y oraciones simples resonaban sobre aquel recinto.
Estaba
observando el baile de las sombras.
******************************
Fenrir
—Fenrir, Amarok vayan
con cuidado. Puede que el que Nahiara haya tenido un espejo de comunicación no
entrara en los planes de aquellos tres, pero no por eso deben de confiarse.
Recuerden pensar con la cabeza fría y no hacer nada precipitado.
—Tendremos cuidado,
amor—contestó Amarok con una media sonrisa dibujada en su rostro.
—Si pasa cualquier
cosa, comuníquense conmigo por medio de los espejos—siguió recitando Nox. —Intenten
no entrar solos a donde sea que esté Nahiara.
—Seremos cuidadosos,
pequeño—contestó nuevamente Amarok.
—Tampoco se lancen al
peligro, si hay algún medio más seguro de cumplir con la misión, entonces
escojan la opción menos peligrosa.
—Lo haremos Nox—Amarok
veía a su esposo con amor y algo de diversión. —Volveremos, te juro que no
tendrás que preocuparte de nuevo por mi salud.
—Pero…
—Tengo dos motivos
enormes para regresar a casa. Y esos motivos, son las cosas más importantes en
mi vida. No moriré, regresaré sano y salvo junto con Fenrir y Nahiara.
—Te lo pido—rogó Nox. —Recuerda…
sólo recuerda que te esperaré por siempre.
—Y yo siempre te
buscaré. —terminó Amarok dándole un beso extremadamente suave a Nox. —Aurum,
pórtate bien, se bueno con papi Nox.
El pequeño bebé observó
con suma concentración a su otro padre y comenzó a emitir suaves y tiernos balbuceos intentando responder a la
indicación de Amarok.
—Señores, podemos
partir—informó Marcus quien sostenía entre sus manos aquel espejo cuyo reflejo
ahora podía observarse. Los hombres que habíamos dispuesto para esta misión nos
miraban con determinación.
— ¿Nahiara sigue
dormido? —preguntó Amarok al capitán. Nuestro pobre hermano se había rendido al sueño hacía unos minutos. No fue
nada fácil convencerlo de esconder nuevamente el espejo mientras tomaba una
ligera siesta.
—Lo está, o por lo
menos no ha dado señales de estar despierto.
—Y puede que permanezca
así durante todo el viaje—musité al par de hombres. —Se escuchaba realmente
adolorido.
—Debemos partir de
inmediato—Amarok dijo con la preocupación tiñendo su voz.
—Por supuesto, señor—Marcus
extendió el espejo hacia mí. —Será mejor que usted lo guarde. Así si el joven
Nahiara se despierta y quiere comunicarse nuevamente con ustedes, podrá tener
la posibilidad de contestar de inmediato.
—Gracias—respondí
tomando el espejo.
—Nos vemos pronto Nox—pronunció
por última vez Amarok mientras subía a su caballo.
—Nos vemos pronto, es
una promesa—confirmó Nox. El chico parecía decidido a confiar en su esposo.
Dando un último adiós
al hombre que seguía llevándose mis sueños, subí a mi caballo con la intención
de seguir a los hombres y partir hacia el rescate de mi hermano mayor, cuando
el repentino sonido de mi nombre me obligó a detenerme:
—Fenrir ¿Qué sucede aquí? ¿A dónde demonios
vas? —preguntó el pequeño mestizo de sombra. Yo sólo suspiré por el retraso
innecesario que sé, habría.
—Conaire, necesitamos
partir de inmediato. Nox responderá todas tus preguntas. Así que…
—¿Partir? —el rostro de
Conaire se desencajo por la noticia. —¿De qué demonios hablas?
—Nox te lo dirá—contesté
secamente sin siquiera verlo a los ojos. En este momento no estaba precisamente
de humor para detenerme a explicarle la situación a Conaire. Nahiara estaba
primero en estos momentos.
Dando el asunto por
zanjado espolee mi caballo hacia las puertas exteriores del castillo en donde
se encontraban mi hermano, el capitán de la guarda y los guerreros; listos para
partir. Más de cuarenta personas permanecían esperando mi llegada. Componiendo
una expresión culpable causada por el retraso inesperado, señalé que podíamos
partir de inmediato. Y tomando fuertemente las riendas de mi caballo, mi
hermano, la tropa y yo partimos hacia nuestro destino. La manada de la luna
roja.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~
******************************
La
espléndida canción de ese baile tan inusual, podía ser escuchada a través de
todos mis sentidos. Mi piel hormigueaba por el tacto invisible de la música,
suave y cadenciosa; mis oídos se extasiaban con el sonido armónico que estaba
siendo emitido entre las sombras; mi olfato podía percibir un sinfín de aromas
agradables que, casi podía jurar, provenían de aquella melodía; y, por si fuera
poco, mis ojos se deleitaban observando aquella danza casi invisible para los
sentidos humanos.
Ese espectáculo era digno de ser visto,
lamentablemente más pronto de lo que deseé; desapareció.
******************************
Fenrir
Maldiciendo entre
dientes por la podrida suerte que teníamos, descargué más rudamente de lo que
pretendía las alforjas cargadas por los caballos. Aun me negaba a creer que los
caminos a la manada estuvieran bloqueados por grandes y pesadas piedras casi
imposibles de retirar sin magia. Y como toque especial, la barrera que había
aparecido alrededor de los terrenos nos impedía tomar algún camino alternativo o
retirar las piedras de los mismos.
—¡Maldita sea! —exclamé
cuando una de las alforjas cayó estrepitosamente al suelo.
—No desesperes—la voz
de Amarok llamó mi atención. —Averiguaremos una forma de traspasar estas
malditas barreras.
—Nahiara está en
peligro—susurré con disgusto. —Esos idiotas podrían hacer cualquier cosa,
Amarok ¡Cualquier cosa!
Amarok me vio con el
miedo impregnado en sus ojos. Él sabía mejor que nadie lo que podría pasarle a
Nahiara, ambos habíamos advertido que algo no cuadraba con Anwar desde que
apareció por primera vez en la manada, y eso era mucho considerando que apenas
era un simple cachorro para entonces.
—Lo sé, créeme que lo
sé. Pero no podemos hacer nada, los magos que trajimos entre las tropas están
analizando la barrera para poder romperla; hasta entonces será inútil seguir el
camino
—Temo por Nahiara—confesé.
—No quiero que sufra más. No quiero volver a ver aquella expresión desolada en
su rostro.
—Veo que también te has
dado cuenta de ello.
A pesar de que Nahiara
nunca habló sobre su pasado, ambos podíamos observar que nuestro hermano mayor
no tuvo una infancia sencilla. Cada vez que alguno de los dos tocaba el punto
de su infancia, Nahiara se ponía tenso y evadía el tema. Además estaba las
miradas atormentadas que componía cuando nosotros hacíamos ese tipo de
preguntas.
—Es difícil no darse
cuenta. Nahiara siempre ha sido reacio a contarnos su pasado—Amarok asintió con
la cabeza.
—Por cierto ¿Nahiara ha
intentado contactar contigo?
—No, y eso me tiene
preocupado. Quiero pensar que eso se debe a que sigue dormido y no porque le
haya pasado algo malo.
—Espero lo mismo—Amarok
miró con preocupación el trabajo que los magos estaban haciendo sobre la
barrera. Tres hombres y dos mujeres mantenían sus ojos cerrados y las manos,
junto con las palmas, extendidas; los cinco parecían recitar algún conjuro
especialmente difícil, puesto que sus rostros parecían contraídos por el
esfuerzo.
—Amarok ¿Aun sigues
conservando tu habilidad mágica?
—Lo hago—susurró con
algo de pesar. —Pese a haberlo perdido, la magia parece seguir respondiéndome.
—Entonces ¿Por qué no
ayudas a romper la barrera?
—Porque quería
tranquilizarme un poco. Si dejaba que mis emociones me dominaran, sólo les
sería un estorbo—respondió con sencillez. —Pero ahora que me siento más
relajado, creo que podré ayudar.
—Yo ayudaré a los demás
a armar el campamento, dudo que el problema se solucione con rapidez. Solamente
terminaré de bajar las alforjas primero antes de unirme a los demás.
—Bien, te diré si veo
algún avance significativo—Amarok se marchó diciendo estas últimas palabras
dejándome solo con los caballos. Sabiendo que no podía evadir por más tiempo
mis obligaciones me dispuse a seguir quitándoles la carga a los caballos.
Estaba por quitar la
última de las alforjas cuando un cambio de aire me hizo detenerme en seco. Pese
a la falta de sonidos, podía percibir que había alguien más rondando el lugar. Sintiendo
la adrenalina correr a través de mis venas y a mi lobo gruñir de descontento,
dejé que el cambio se apoderara de mi cuerpo. El fuego líquido que era común en
mi transformación corrió a través de mi sangre hasta que todo mi cuerpo estuvo
ardiendo.
—Oh no, eso sí que no—la
familiar voz reprimió de manera casi total el ardor que circulaba por mi
cuerpo. No podía ser ¿Acaso él podría…?
No pude completar la
pregunta en mi mente cuando repentinamente sentí un tremendo golpe en mi
estómago que me hizo doblarme de dolor hasta caer al suelo. Ese maldito enano
se había atrevido a golpearme.
— ¡Qué demonios te
sucede Conaire! —gruñí aun arrodillado en el suelo por el dolor.
—Te lo tienes merecido—respondió
Conaire cuando su cuerpo se hubo hecho corpóreo.
—Yo no hice nada—mascullé
entre dientes por el descaro de Conaire.
—Partiste sin decirme nada
de nada, ignoraste todas mis preguntas cuando descubrí que algo estaba pasando,
te fuiste sin siquiera mirarme dos veces. ¡Es que acaso no confías en mí!
—Por si no te has
enterado, tenía prisa por rescatar a mi hermano—Conaire comenzaba a molestarme
realmente. El chico no tenía ningún derecho en reclamar mis acciones. Él no era
nada.
— ¡TE DIJE QUE TE
APOYARÍA CUANDO DECIDIERAS HACERTE CON LA MANADA! —gritó sin inhibición alguna
provocando que la atención de los demás se cerniera sobre nosotros. —¡PROMETÍ
APOYARTE CUANDO ESO PASARA!
—¡Esto no te concierne
Conaire! —contesté con ira. Conaire estaba acabando con la poca paciencia que
me quedaba.
—¡Claro que me
concierne, eres mi…!
—¡NO ERES NADA! —grité
lleno de furia. — ¡Tal vez alguien molesto y tremendamente entrometido! Pero en
lo que a mí respecta ¡No tienes cabida en mi vida!
En cuanto las palabras
salieron de mis labios, el arrepentimiento llegó tras ellas. Conaire me miró
con aquella mirada devastada que solía creer ver asomarse en su rostro cada
cierto tiempo.
—Así que eso piensas—susurró
Conaire con voz trémula. —No sé en qué estaba pensando cuando creí que tú
podrías…—lo dijo en un tono de voz tan bajo que apenas pude escuchar sus
palabras.
—Conaire, espera yo, lo
sie…
—Nunca podrán pasar esa
barrera si siguen haciendo eso—me interrumpió Conaire alejándose de mi con
rapidez. —La barrera está diseñada para no permitir el paso de seres de la luz.
—¿A qué te refieres con
eso? —Ann una de las magas preguntó ignorando deliberadamente el suceso anterior.
—No podrán pasar a
menos que uno de ustedes posea poderosos poderes mágicos, o sea capaz de
controlar la magia de la oscuridad.
—Entonces ¿Cómo
podremos pasar? —Amarok hizo la pregunta en esta ocasión con la mayor
tranquilidad posible dada las circunstancias del encuentro.
—Yo puedo romperla,
pero tardaría hasta el amanecer. La barrera es especialmente complicada.
—Te estaríamos
profundamente agradecidos si logras ayudarnos a traspasar las barreras—Marcus
hizo una reverencia a Conaire en agradecimiento por su proposición. Realmente
ninguno esperábamos este pequeño obstáculo, por lo que la ayuda venía bien a
todos nosotros.
—Ustedes pueden
descansar mientras tanto, tienen que estar frescos para la batalla que se
aproximará—y sin decir más Conaire se acercó hacia la barrera invisible tomando
la posición que momentos antes Amarok y los demás magos tenían.
Sintiéndome
terriblemente mal por las crueles palabras que mi boca había emitido momentos
antes, caminé con la intención de acercarme al pequeño pelirrojo; pero la mano
de Amarok asida fuertemente en mi hombro me detuvo de llegar a mi objetivo.
—En este momento no te
escuchará, parece que tus palabras le afectaron más de lo pensado. Estoy seguro
que pude oír el sonido de su corazón fragmentarse y quebrarse hasta hacerse
añicos.
—Yo….yo no quería…
—Estabas estresado, es
decir, estamos estresados. El problema en que está metido Nahiara ha desplazado
todo lo demás. Es entendible que hayas explotado de esa manera ante Conaire,
pero aun así, no quita el hecho que hayas lastimado al chico. Como sugerí, dale
espacio. Deja que piense un poco en tus palabras y, cuando veas que esté más
tranquilo, acércate y discúlpate con él—dijo Amarok con comprensión.
—Creo que lo entiendo,
pero no me hace sentir mejor—respondí a regañadientes. Realmente estaba
arrepentido por mis palabras, Conaire menos que nadie se merecía aquel rechazo.
El chico me había ofrecido su apoyo incondicional, y pese a todo yo simplemente
lo descarte como simple basura.
—Y puede que no mejore
hasta dentro de algún tiempo. Aun si obtienes su perdón—susurró
melancólicamente Amarok. —Muchos piensan que recibir un castigo es peor para
aquel que cometió alguna injusticia; pero en mi opinión, no recibirlo es
todavía más cruel. La carga de tu error nunca podrá mermar al completo y en
cambio aparecerá en los momentos más inoportunos para recordarte la clase de
mierda que eres.
—Aun te sientes
culpable por lo de Nox—afirmé al ver aquella expresión melancólica. — ¿No fue
suficiente castigo perder a tu lobo?
—Eso lo hubiera hecho
no importando las circunstancias. No creo que haya sido suficiente para
redimirme por completo.
—Pero tendrás toda una
vida para hacerlo—respondí. —No hay nada que no hayas podido solucionar. Confío
en que podrás hacerlo.
Amarok me sonrió con
gratitud y dijo—: Yo también confío en que podrás salir de ese pequeño atolladero
en el que te metiste.
—Señores—la voz de
Marcus puso fin a nuestra conversación emocional. —¿Nos quedaremos en este
lugar a acampar?
Amarok observó con
precisión el terreno que habíamos dispuesto para acampar. Pese a que no era el
mejor lugar para acampar, tenía todo lo
necesario para hacerlo.
—Yo sugiero que
permanezcamos aquí, no podemos dejar solo a Conaire—comenté a los dos hombres.
—Estoy de acuerdo
contigo, sería muy inconveniente hacerlo. Lo mejor será permanecer aquí.
—De acuerdo, avisaré a
los demás—Marcus dio media vuelta con aquella gracia propia de él, y se dirigió
hacia lo demás hombres que esperaban paciente por órdenes.
—Lo mejor será
ayudarlos—murmuró Amarok una vez el hombre se alejó.
—Entonces ¿Por qué no
me ayudas a terminar con esto? Así ambos podremos ir a ver qué es lo que falta.
—Muy bien, entonces
terminemos con esto para poder descansar.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
******************************
Las
sombras que en un inicio se regocijaban con disfrute, ahora se retorcían en
signos claros de agonía. Gritos, cientos de gritos remplazaron la bella melodía
que hasta hacía algunos momentos estaba siendo emitida. Los diferentes y agradables
aromas se convirtieron y mezclaron en un horrendo olor a sangre y podredumbre.
El dolor podía sentirse sobre mi piel, y alma.
Las
sombras estaban desapareciendo.
******************************
Conaire
Las palabras de Fenrir
daban vueltas una y otra vez en mi cabeza, impidiéndome concentrarme en mi
tarea. Maldiciendo por lo bajo abrí mis ojos y observé con frustración aquella
barrera. Los colores blancos y verdes que sólo podían percibir mis ojos,
destellaban con sorna ante mi imposibilidad por destruirla. Suspirando
hondamente observé el campamento de los guerreros, que no se situaba lejos de
donde me encontraba.
La noche cubría a la
mayoría del campamento, haciéndome difícil la visualización por el lugar, pero
eso no me impedía captar la figura que mis ojos buscaban.
Justamente en el centro
del campamento, una figura grande e imponente se encontraba acostada cerca de
las ardientes llamas. El acompasado subir y bajar de su pecho que el sueño
traía consigo me mantenía absorto y hasta cautivado. Sin embargo, las palabras
del hombre seguían desfilando por mi cabeza.
¿Realmente no era nada
para Fenrir?
Sacudiendo mi cabeza
para alejar los sentimientos de tristeza y las inminentes lágrimas, volví mi
atención hacia la barrera y nuevamente concentré mi magia mientras cerraba mis
ojos. En un intento por eliminar la distracción de mi mente, centré toda mi
magia en la destrucción de aquella gruesa pared. Para mi suerte, inmediatamente
pude sentir como los hilos de magia, de las que estaba compuesta la barrera,
comenzaron a destrenzarse y descruzarse, haciendo que la barrera temblara y
cediera poco a poco. Un chirrido profundo rompió la monotonía que el bosque
preservaba. La barrera estaba cediendo.
Sonriendo internamente
por el logro, seguí concentrado mi magia para retirar por completo la muralla
mágica. Lamentablemente, ésta era larga y gruesa; podía ver a leguas que me iba
llevar toda la noche retirarla en su totalidad.
Y con una sonrisa de
triunfo en mi rostro nuevamente me concentré sobre la barrera.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
******************************
La
luz comenzó a invadir aquel oscuro panorama deshaciéndose de las sombras. La
luz sobre la oscuridad estaba ganando terreno. La muerte se hacía presente en
forma de una luz intensa y perversa.
Las
sombras agonizaban a manos de su enemigo.
******************************
Conaire
El sol comenzaba a
asomarse incólume en el cielo, advirtiendo con su poderoso resplandor el
inminente amanecer. El frío de la mañana empezó a calar en mi frágil y
tembloroso cuerpo, estimulando aún más el temblor. Un sudor frío cubría por
completo mi piel y el sentimiento de debilidad estaba cobrando factura.
Afortunadamente la
barrera que antes se alzaba impenetrable ahora yacía esparcida y debilitada
ante mi poder. La barrera había caído por completo.
Cansado más de lo
deseado, caminé hacia el campamento que esperaba ansioso por mi regreso. Todos
los hombres aún permanecían dormidos, pero pese a este hecho, en sus rostros
podía verse el reflejo de la preocupación y la determinación. Casi pareciera
que sus sueños estuvieran recordándoles la misión que les esperaba una vez
estuvieran despiertos.
— ¿Has terminado? —la
voz de Amarok me sobresaltó, haciéndome emitir un débil chillido. Sintiendo que
mi rostro se cubría de color rojo por la vergüenza pese al cansancio, me giré y
asentí rápidamente sin ver el rostro del hombre. La risa de Amarok se alzó ante
el silencio del lugar. —Ya veo, entonces será mejor despertar a los demás.
Asintiendo nuevamente
con fuerza, y ante el repentino rubor que parecía extenderse por mis mejillas,
evité totalmente el contacto visual con Amarok. Cuando mi visión periférica
pudo captar que el hombre se había retirado de mi campo de visión, no pude evitar
lanzar un suspiro de alivio.
—Por cierto Conaire—dijo
Amarok ante mi sorpresa, pensé que el hombre ya se había ido. —Habla con
Fenrir, no dejes que una pelea provocada por el estrés de ambos destruya la amistad que ustedes han forjado a
lo largo de este tiempo.
—Lo pensaré—fue lo que
contesté tras unos segundos de silencio. Era cierto que Fenrir había estado en
un estado de ánimo poco recomendable para entablar el tipo de conversación que
tuvimos, pero aun así, no podía sacar de mi mente aquellas palabras dichas por
el hombre. A decir verdad, estaba aterrado; aterrado por lo que pudiera decir
Fenrir sobre nuestra amistad.
—Por el momento eso me
bastará—respondió Amarok. —Iré a despertar a los hombres. Te sugeriría que
intentaras descansar un poco antes de partir de regreso. Te ves bastante
pálido.
—No regresaré al
castillo—susurré sabiendo que el hombre me oiría sin tapujos.
—Será peligroso ¿Estás
consciente de ello?
—Lo sé, pero…pese a
todo, no puedo dejarlo sólo. No creo ser capaz de esperarlo a salvo en el
castillo, mientras él se expone al peligro.
—Estoy feliz de
escuchar eso—las palabras de Amarok me desconcertaron. La voz del hombre
parecía ser grave.
—No te entiendo—contesté
dándome la vuelta y viendo el rostro de Amarok finalmente después de una ligera
vacilación.
—Quiero decir, que
estoy feliz de saber que hay alguien que ama con esa intensidad a mi pequeño
hermano. Me alegra saber que a él nunca le hará falta el amor. Y sobre todo, me
complace ver que seas tú aquella persona.
—Yo no amo a Fenrir de
la forma en la que piensas—respondí alterado.
—Desacuerdo contigo. He
visto como miras a mi hermano, y esa mirada sólo la he visto manar de los ojos
de Nox cuando estoy con él.
—¿Cómo miro a Fenrir?—no
me pude contener de preguntar. Mi corazón estaba latiendo a mil por minuto a la
espera de la respuesta de Amarok.
—Como si él fuera tu
mundo entero—las simples palabras de Amarok me dejaron aturdido ¿Yo veía de esa
manera a Fenrir? ¿De verdad lo hacía?
—Yo no…
—Conaire —los ojos de
aquel gran hombre se suavizaron al pronunciar mi nombre. —No dejes pasar la
oportunidad que te ha dado la vida de unir tu cuerpo y alma al hombre que amas,
si no lo haces puedes arrepentirte después como no tienes una idea. Fenrir y tú
merecen ser felices, y estoy seguro que ambos podrán serlo al lado del otro—las
palabras de Amarok me dejaron sin habla, en sus ojos podía percibirse una
ligera tristeza y arrepentimiento. Eso me dejó asombrado.
—N…no quiero perderlo—confesé
por primera vez a alguien ese pequeño temor que me impedía aceptar del todo
aquellos sentimientos que poco a poco estaban creciendo por aquel enorme y
tonto hombre.
—Entonces, lucha por él
¿No crees que merece la pena el sacrificio?
—Él lo hace, pero tal
vez yo no—sentimientos abrumadores de tristeza hicieron aparición. Las lágrimas
pronto estuvieron peleando por salir a la superficie.
—Lo haces, pero debes
darte cuenta de ello—fue la simple contestación del hombre antes de que diera
media vuelta y se retirara del lugar, dejándome solo con mis pensamientos.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
******************************
La
oscuridad no tuvo oportunidad de hacer frente a la luz. El lugar antes cubierto
de sombras ahora se veía iluminado por aquella molesta luz. El dolor que aquel albor
traía consigo me había dejado algo debilitado.
La
luz había ganado la conflagración, o eso era lo que había creído en un inicio,
antes de ver aquella pequeña sombra instaurarse en una pequeña esquina del
lugar.
******************************
Amarok
La noche había
transcurrido demasiado tranquila para mi gusto, no había pasado ningún evento
que interrumpiera nuestro profundo sueño. Ni siquiera Nahiara, y eso sólo hacía
que me preocupara más por él.
Esos sentimientos me
llevaron a levantarme más temprano que los demás, lo que conllevó a que me
encontrara con Conaire y sostuviera una larga pero reveladora conversación con
el pequeño hombre. Conaire parecía tan asustado cuando le insinué que él
estaba enamorado de Fenrir. Realmente
esperaba que Fenrir fuera capaz de madurar lo suficiente para aceptar y
proteger a Conaire. Ambos necesitaban de eso.
Sintiéndome más viejo
de lo que realmente era, me acerqué al campamento que habíamos armado apenas el
día anterior, con la intención de levantar a todos e informas las buenas
nuevas. Decididamente este no era el momento de pensar en la posible relación
entre mi hermano y Conaire.
Centrando mi mente en
rescatar a Nahiara seguí caminando hacia el campamento. Por el momento, ese
sería la preocupación número uno en la lista.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
******************************
Con gran satisfacción pude comprobar como
aquella pequeña sombra permaneció viva. Y mi alegría creció más cuando la luz
asesina no se dio cuenta de este pequeño resquicio de sombra que quedaba. Sin
embargo, la felicidad duró demasiado poco.
Pronto
la luz se dio cuenta de la presencia de la sombra. Y pese a que este pequeño
fragmento de oscuridad peleó todo lo que fue capaz para sobrevivir…
La
luz la devoró.
Las
sombras dejaron de existir por completo.
******************************
Moros
La terrible sensación
de miedo se instauró en mi pecho aun cuando mis ojos se abrieron, obligando a
mi mente a despertar de aquel sórdido y extraño sueño. Un sudor frío corría a
través de mi espalda y ligeros temblores aquejaban mi cuerpo.
¿Qué quería significar
aquel sueño?
— ¿Qué sucede Moros? —la
voz de mi maestro me sacó de mi ligero estupor provocado por el sueño.
—Soñé que las sombras
eran eliminadas. Vi como la luz se comía a la oscuridad.
—¿Otro sueño
premonitorio?
—El sueño tiene todas
las características de ser uno. Pero hay algo que no encaja en el sueño.
—¿Qué es eso?
—No había un camino que
llevara a otro desenlace.
— ¿Estás seguro? —me
sorprendió captar un ligero temblor en la voz de mi maestro.
—Completamente seguro.
—Eso no augura nada
bueno. Las sombras no pueden desaparecer así como así.
— ¿Qué podemos hacer? —pregunté
con preocupación. Parecía que mi maestro se encontraba sumamente perturbado por
esa noticia.
—Nada—fue la escueta
respuesta de mi maestro antes de desaparecer de mi mente.
Algo malo estaba por
suceder. Y a juzgar por la reacción de mi maestro, ese algo sería demasiado
maléfico para solucionarlo.
Continuará....
___________________________________________________________________________
Notas finales: Intentaré darme tiempo para escribir. Sólo será un mes más de estrés. Así que no desesperen. Gracias por su paciencia.
Gracias por el nuevo capitulo ha estado genial pon el siguiente cuando todas tus tareas te dejan un huequito porque aqui te estaremos esperando
ResponderBorrar¡Guau! Qué ritmo tan estresante llevas. Gracias por el capítulo y tendremos paciencia. Besos.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarGraciasssssssssssssssssssss.
ResponderBorrarMuchas bendiciones. Gracias por este nuevo capítulo. Paciencia es mi segundo nombre de verdad... no problem. Abrazos
ResponderBorrarmuchas gracias!! <3 <3
ResponderBorrarHola de nuevo Pergra mil gracias por el capi, en estos momentos odio al blogger no me había avisado de tus actualizaciones y mientras mira cuanto tiempo sin leerte que coraje, sino es por que me avisa de la actua del nieto de cupido ni enterada y mira que también no me avisó de varias actua de esa historia sino es por el face ni me entero, despues del coraje dejame decirte que me ha encantado el capítulo y voy a devorarme el otro, besos
ResponderBorrar